Delicias de Febrero.


Una gran gota de sudor cae sobre el vaso de ginebra. Ese vaso que esta apoyado justo en la mesada…el calor de esa cocina parecía aumentar cada vez a tiempo incontrolable…es que en una noche de verano agobiante, nada mejor, que llamar a la delicia terrenal.
Nuestros cuerpos, a medio vestir, solo por unos ajustadísimos boxer, en esa fría mesada de mármol...eran la perfecta ocasión. Nuestros juegos comenzaron de a poco…
Tomaste una frutilla, la mojaste con tus labios, y suavemente, como gota que cae, la llevaste hasta mi pija dura y erecta…la metiste entre tus dientes y mi glande, y empezaste a comértela, junto con mi bulto, que producía un cosquilleo que parecía matar. El género débil no siempre es tan débil, y necesitaba tomar revancha de la situación…el calor, nuestros ardientes cuerpos y las gotas que caían de nuestros cuerpos, incitaban a buscar frescura…
Te di vuelta, y con mis manos, abrí tus nalgas, y comencé a mojártelo a besos, a lengüetazas…hasta sentir que estaba tan dilatado, como para introducir muy lentamente, licor de menta, y degustarlo con mi lengua.
Esa exaltación de la vitalidad de tu órgano era una culminación sexual de grititos y gemidos que pedían a gritos ser devorado con brutalidad y rapidez.
Nuestra lujuria era incontenible…ya una vez encendida, imposible de detener. El delicioso jardín de las delicias terrenales comenzaba una vez más a gestarse.
Te subí entre mis nalgas…apoyándote sobre la dura y fría mesada, logrando que tu cuerpo sufra un tremendo espasmo, contrastando con el hirviente estado de tu piel.
Tomé un poco de licor, y lubrique mi bulto, al igual que ese gran abierto y dilatado orificio, al cual en breve, penetraría con una fuerza digna de pertenecer a Sansón.
Mi cuerpo, bañado en sudor, salpicaba gotas para todos lados...el tuyo, solo se dedicaba a sentir como mi leche acababa dentro y ser testigo de una seguidilla de grititos picaros.
Nos miramos…sonreímos…nos besamos, y nuevamente, volvimos a cojer…hasta que cayo la noche, y con ella la frescura de la lluvia…y con la lluvia, nuestros cuerpos se abrazaron, y acompañaron desde la ventana, el fenómeno caer.

5 comentarios:

venus dijo...

corto.. sustancioso.. una intensidad total..

me encanta que te identifiques con mis letras..... tus relatos hacen subir calors y eso que ando en el trabajo


besos

CalidaSirena dijo...

ardiente relato e intenso, me encanta como lo has narrado, era como si lo estuviera viviendo.
Tú si que eres un crak de los relatos cielo.
Un besito muy cálido

emd dijo...

Muy buen final!!

Y como siempre, es fascinante como vas construyendo la fuerza del relato. Mucha intensidad!
Felicitaciones!!

Abrazo

Inocencia prohibida dijo...

Uff, eso del licor no lo he probado... desde tus letras puedo sentir la pasión que quizás habrás sentido. En cualquier caso decirte que lo tendré que probar...

Un beso guapo

Inocencia Prohibida

gauchito dijo...

Una persona una vez me dijo que tenia el don de ver el talento de la gente en la parte artistica y no lo digo de egolatra pero siempre me paso y nunca me equivoque , y sabes q paisanito como vos me paso siempre desde el primer dia que lei un relato tuyo nunca dejaste de sorprenderme y esa relacion que entablamos me llena de alegria sos una fuente de inspiracion en mi vida en muchos aspectos y ojala todo lo que hablamos a vos tambien te sirva de algo.
te quiero mucho y cuidate

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